La riqueza injusta no puede comprar la felicidad
También los endemoniados, haciendo todas las cosas que hacen en su locura, se ensalzan a sí mismos, en tanto que a los que están sanos los vilipendian.
Si, anegado por tu injusta riqueza, te consideras dichoso, y desprecias al que se dedica a meditar, viéndolo luchar contra la pobreza como si esta fuera una terrible fiera, debes saber que lo que piensas de este es lo que de hecho sufres tú mismo. Y esto no tendría que sorprenderte, porque también los endemoniados, haciendo todas las cosas que hacen en su locura, se ensalzan a sí mismos, en tanto que a los que están sanos los vilipendian.
Todos aquellos que acumulan riquezas son pobres, y en mayor medida que todos los pobres juntos, porque serán arrojados en un sepulcro vacío, como la carroña que es lanzada a la orilla del camino.
(Traducido de: Cum să biruim iubirea de arginți, Editura Sophia, București, 2013, p. 128)