Dios tiene un libro en el que nos habla de Él y de Sus planes. Este libro es la Sagrada Escritura. Es cierto que fueron hombres los que la escribieron, pero lo hicieron inspirados por Él. Cuando tomemos la Biblia en nuestras manos, debemos considerarla una carta, un libro hecho por Dios. Cuando nos presentemos al Juicio Divino, creo que una de las preguntas que nos harán será esta: “Te envié una carta en la que te advertía de tu estado de pecado y en la que te hablaba del perdón que recibirías por medio de la Sangre de Mi Hijo. En esa carta te mostraba cómo debías vivir para ser hijo Mío. Entonces, ¿la leíste?”. “Señor”, responderás tú, “oí hablar de un libro que dejaste en el mundo, pero nunca lo abrí”.

¡Ay de ti, lector, si no consigues dar otra respuesta...!

(Traducido de: Preot Iosif Trifa, Citiri și tâlcuiri din Biblie, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2010, p. 19)