La salvación es un trabajo en conjunto de todos los cristianos
Se puede decir que estamos ante una norma general. Ningún hombre puede alzarse hacia Dios, si no ayuda a otros a subir y si él mismo no es ayudado por los demás.
Mientras más avance el cristiano en Su relación con Dios, más fuertes y persistentes serán los ataques del maligno en contra suya. Pero, cuando esto sucede, los ángeles vienen en nuestro auxilio, para que podamos rechazar el asalto del demonio y sus huestes. De esta manera, también los ángeles avanzan hacia la perfección, luchando a nuestro lado contra los espíritus impuros y sus embestidas. Si los ángeles se vieran sometidos a tales pruebas y necesitaran luchar por sí mismos para rechazarlas, ascenderían sin nosotros hasta donde está Dios. Pero no se les concedió que pudieran hacerlo sin nosotros, sin ayudarnos. Por lo tanto, se puede decir que estamos ante una norma general. Ningún hombre puede alzarse hacia Dios, si no ayuda a otros a subir y si él mismo no es ayudado por los demás.
(Traducido de: Părintele Dumitru Stăniloae, nota 323 la Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoință, în Filocalia IX, Editura Humanitas, București, 2008, p. 235-236)