Palabras de espiritualidad

La salvación se construye aquí y ahora

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

En Jesucristo, todo se conjuga en tiempo presente, y esto es porque Él jamás permanece en el pasado y tampoco se queda solamente en el futuro.

Tenemos que entender que amar y dar son verbos que se conjugan divinamente, siempre en tiempo presente. Amo y doy. En lo que respecta a estos verbos, no existe ni pasado ni futuro. Nuestro peor padecimiento es la insistencia en vivir en el pasado. “Nosotros…”, “la época de oro de la Iglesia…”. Tuvimos una “época de oro”, sí, y cuántas secuelas nos quedaron de ello… La desatención al construir escatológicamente, con vistas a la salvación, loda nuestra entrega y todo nuestro amor, eso es justamente lo que agrieta, de hecho, nuestro mensaje cristiano, anulando nuestra finalidad cristiana y, no en último lugar, borrándonos de la lista de quienes serán recordados con alegría en el Reino de Dios.

En Jesucristo, todo se conjuga en tiempo presente, y esto es porque Él jamás permanece en el pasado y tampoco se queda solamente en el futuro. Él está en un modo de “presente continuo”, que llena la historia, de un extremo a otro —si es que el otro extremo tiene un final—, demostrando con esto que el acto de amor y el acto de abnegación no son cosas  segmentarias.

(Traducido de: Părintele Constantin NeculaCreștinism de vacanță, Editura Agnos, Sibiu, 2011, pp. 14-15)