Palabras de espiritualidad

La santidad está unida a la humildad

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Desconociéndonos a nosotros mismos, no soportamos lo que viene sobre nosotros con el permiso de Dios.

¿Por qué Dios permite que el rostro del justo sea abofeteado? Porque no hay otro camino a la santidad y también porque, ante Dios, ni siquiera el cielo mismo es lo suficientemente puro. Además, la santidad no es posible sin la humildad. El problema es que, siendo pecadores y duros de entendimiento, Dios no tiene otra forma de recordarnos nuestros propios pecados, conocidos y desconocidos, para que podamos reconoerlos y confesarlos —ya que no estamos atentos ni a lo que nos dice la Iglesia— sino asumiendo, con la mayor fuerza posible, la vara de las ofensas.

Si conociéramos cuán pecadores somos, nos resultaría más fáicl la expiación de nuestras culpas. Pero cuando no somos capaces de distinguir nuestras propias culpas, nos engañamos con nuestra forma de ver las cosas y con la “razón” que no tenemos. Así, desconociéndonos a nosotros mismos, no soportamos lo que viene sobre nosotros con el permiso de Dios. 

(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Cărarea Împărăției, ediție îngrijită de Pr. Prof. Simion Todoran și Monahia Zamfira Constantinescu, Editura Sfintei Episcopii Ortodoxe Române a Aradului, 1995, p. 45)