La unidad de los cristianos
¿Qué otra religión puede llevar al hombre al perfeccionamiento y la felicidad? Es triste que no podamos comprender semejante grandeza.
Cuando todos escuchan, al mismo tiempo y en el mismo lugar, la lectura del Salterio y los demás textos litúrgicos, se unen con la Gracia de Dios, porque lo que se está leyendo es escuchado y compartido por todos. Entonces, el poder de muchos se multiplica, como si estuvieran viendo algo sumamente bello y pusieran en ello todo su fervor. Esa mirada, dirigida hacia un mismo punto de belleza, los une. Por ejemplo, cuando hablamos de la liberación del Apóstol Pedro: “la Iglesia oraba sin cesar por él a Dios” (Hechos 12, 5). Esta oración liberó a Pedro de las ataduras del encarcelamiento.
El amor, la entrega a Dios, el fervor, la unión con Él y con la Iglesia son el Paraíso en esta tierra. Si obtenemos la Gracia Divina, todo se hace más fácil, más feliz; todo se vuelve bendición de Dios. ¿Qué otra religión puede llevar al hombre al perfeccionamiento y la felicidad? Es triste que no podamos comprender semejante grandeza.
(Traducido de: Ne vorbeşte părintele Porfirie – Viaţa şi cuvintele, traducere din limba greacă de Ieromonah Evloghie Munteanu, Editura Egumeniţa, 2003, pp. 222-223)