La verdadera libertad del hombre
La libertad se conoce en el discernimiento del hombre, en su capacidad de elegir entre el bien y el mal.
La libertad no consiste en hacer lo que me apetece, porque, muchas veces, haciendo lo que queremos, solamente realizamos la voluntad del demonio. La libertad se conoce en el discernimiento del hombre, en su capacidad de elegir entre el bien y el mal.
El hombre tiene que ser consciente del hecho de que solamente en la verdad se puede vivir libremente y que en este mundo hay mucho engaño, del cual debe cuidarse. Esto fue lo que no entendieron los comunistas, que el alma obtiene su verdadera libertad en la cruz, que sus métodos de tortura, que todas sus técnicas de reeducación psíquica produjeron más santos que siervos, que santificaron el suelo patrio con la sangre de los mártires.
(Traducido de: Adrian Alui Gheorghe, Cu părintele Iustin Pârvu despre moarte, jertfă şi iubire, Editura Conta, Piatra Neamt, 2006, p.150)