Palabras de espiritualidad

La vida es un Paraíso, pero nosotros no queremos saberlo

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

“Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud”.

«Agosto 1964

Cristo nos confiere la calidad de hombres libres, es decir, de nobles. Pero nos pide el esfuerzo de conservar nuestro nuevo estado, el esfuerzo —dirían los existencialistas— de “ser lo que somos”. Gálatas 5, 1: “Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud”.

Al esclavo es posible reconocerlo inmediatamente y de lejos, porque lo traicionan su agitación, su voracidad, el temblor de las manos, su susceptibilidad… Y mucho más lo conoce Dios, de Quien, como podemos leer en Gálatas 6, 7: “nadie se burla”

Dostoievski, en sus “Hermanos Karamazov” retoma el tema de Cervantes. Markel (hermano de Zósima) dice que la vida es un Paraíso, solamente que nosotros no queremos saber (que estamos en ese Edén), porque si quisiéramos saberlo, desde mañana mismo el Paraíso se extendería sobre todos».

(Traducido de: Nicolae SteinhardtJurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, pp. 379-380)