La vida monacal no es un escape
La vida monacal no es la alternativa al fracaso en las relaciones afectivas. El monacato es un don de Dios.
Padre, si no encuentro ningún chico con el cual me sienta “como en casa”, con quien me entienda bien, ¿es posible que se deba a que el camino de mi vida no es el del matrimonio, sino el del monasterio?
—¡Yo te recomiendo que lo pienses bien! Es mejor un hombre en casa, que cien mujeres que no te agradan (en el monasterio). Porque también esto podría suceder. La vida monacal no es la alternativa al fracaso en las relaciones afectivas. El monacato es un don de Dios, en el que todo lo que haces se realiza con Cristo en el Espíritu Santo, para tu salvación.
También sería bueno desechar esa idea de que todas las monjas y todos los monjes no son sino un grupo de personas que han fracasado en el amor. Son personas fuertes, perseverantes, y por eso han elegido el camino del monasterio. Esto no quiere decir que no se hayan enamorado jamás en su vida. ¡Sería absurdo!
(Fragmento de la conferencia “Familia, casa sufletului copilului. Educația în iubire” ⁅La familia, hogar del alma del niño. La educación en el amor⁆, del 12 de mayo de 2016)