La virtud, pilar del cristiano verdadero
¡Si el hombre no le abriera las puertas de su alma al enemigo, nadie podría entrar ahí y hacerle daño!
La virtud es la verdadera dignidad del cristiano ortodoxo. Y si nos esforzáramos en obtenerla, nadie podría quitárnosla, ni el mismísimo demonio. Solamente nosotros mismos nos la podemos arrebatar, si no somos fieles a Cristo, si utilizamos mal nuestra débil voluntad. Dios dotó al hombre de un alma inmortal, para que fuera morada de la Santísima Trinidad (Juan 14, 23).
¡El alma virtuosa es como una fortaleza inexpugnable para el maligno! Ningún enemigo puede entrar a la fuerza en ella para conquistarla. Pero día tras día vemos cómo muchos abren de par en par las puertas de su alma al demonio, actuando bajo el gobierno de alguna pasión, como el orgullo, la venganza, etc., y le entregan las llaves (del alma).
¡Si el hombre no le abriera las puertas de su alma al enemigo, nadie podría entrar ahí y hacerle daño!
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viața duhovnicească a creștinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, București, 2010, p. 49)