Palabras de espiritualidad

Las bondades de Dios para aquellos que lo aman

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Dios es bueno y les hace el bien a los que son buenos, como Él mismo afirma, al decir: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. 

Amados hermanos, grandes e inefables son las bondades de los santos, e indescriptibles para toda mente y palabra, porque ellos son los legatarios de Dios y coherederos de Cristo. Porque el Señor les preparó la gloria del Jerusalén de lo alto, los perpetuos aposentos celestiales y las demás bondades que son difíciles de entender y explicar a quienes vivimos en este mundo. Nadie que sea mortal las ha visto ni oído.

Sabiendo esto, los justos que habrán de heredar esas buenas promesas, suspiran y lloran apesadumbrados, incapaces de soportar la visión de la inmensa gloria que les espera. Así, se llenan de contrición con tan solo pensar algo malo de sus semejantes o al valerse de algo de lo que hay en este mundo, porque Dios rebosa abundantemente Sus riquezas sobre aquellos que le aman, ya que Él es bueno y les hace el bien a los que son buenos, como Él mismo afirma, al decir: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”.

(Traducido de: Sfântul Simeon Stâlpnicul din Muntele MinunatCuvinte ascetice, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 53)