Las cinco clases de amor
San Máximo dice que existen cinco clases de amor: dos de ellas son buenas, una aceptable y las dos restantes hay que rechazarlas.
San Máximo dice que existen cinco clases de amor: dos de ellas son buenas, una es aceptable y las dos restantes hay que rechazarlas. Las dos buenas son: amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas, junto a amar a nuestro semejante como a nosotros mismos. La forma aceptable del amor es una natural, la misma que sienten los padres por sus hijos y los hijos por sus padres, así como los hermanos, las hermanas y los demás familiares; es decir, se trata de un amor de origen natural.
Finalmente, hay otras dos formas de amor: uno carnal, que aparece cuando alguien ama a otro disolutamente, y otra que viene acompañada por la avaricia, cuando alguien ama a otro por el dinero o los bienes que le da. Estas son formas perversas de amor y deben rechazarse. Incluso aquella forma intermedia de amor es censurable si llega a la exageración. Pero las dos primeras sí que son de practicar.
(Traducido de: Arhimandrit Cleopa Ilie, Îndrumări duhovniceşti pentru vremelnicie şi veşnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 120)