Lo que demuestra nuestra actitud ante el mundo
Nuestra vida es una prueba continua, una lucha constante, haciendo frente a las distintas situaciones y a las diferencias con los demás, para conocer en qué medida nuestra alma y nuestro corazón están dirigidos a la fe, a la esperanza y al amor a Dios.
Nuestra vida es una prueba continua, una lucha constante, haciendo frente a las distintas situaciones y a las diferencias con los demás, para conocer en qué medida nuestra alma y nuestro corazón están dirigidos a la fe, a la esperanza y al amor a Dios, nuestro Creador, y al amor al prójimo. Y también para conocer en qué medida tendemos al pecado y a las distintas pasiones carnales, es decir, a la obediencia al demonio, quien actúa por medio de los vicios y los demás engaños del mundo.
¡Dichoso aquel que entienda esta profunda tarea y sepa dirigir firmemente sus pasos a Dios, venciendo todas las pruebas sobrevenidas desde el cuerpo y el mundo, luchando contra el mundo mismo y contra su soberano, quien nos engaña constantemente por medio de los apetitos del cuerpo y los ojos, así como con la soberbia!
(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Spicul viu, Editura Sophia, București, 2009, p. 53)