Debemos saber que para “despertar” a los hombres, el Señor utiliza avisos dulces y avisos más severos. Una prédica excepcional, una Biblia, un texto religioso, un buen libro, etc., son medios que utiliza el Espíritu del Señor para hacer que los pecadores vuelvan a la vida. Muchos espabilan con semejantes llamados.

Pero cuando el hombre se endurece por causa de sus iniquidades y rechaza el llamado dulce y suave que Dios le ha enviado para despertarlo y librarlo de la muerte espiritual, el Señor comienza a utilizar avisos más severos.

Las pruebas que surgen en nuestra vida, así como los problemas y las aflicciones, son acciones del Espíritu Santo para despertarnos del sueño de nuestras infamias, porque el Señor reprende a los creyentes, para hacer de ellos “vasijas elegidas”.

(Traducido de: Preot Iosif Trifa, Oglinda inimii omului, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2009, p. 33)