Los efectos de la oración sobre nuestras dolencias espirituales
Una oración brotada desde el corazón, con lágrimas, nos limpia de nuestros pecados. Y no sólo eso: también nos sana y nos libra de nuestras enfermedades y debilidades espirituales.
Una oración brotada desde el corazón, con lágrimas, nos limpia de nuestros pecados. Y no sólo eso: también nos sana y nos libra de nuestras enfermedades y debilidades espirituales, renovando completamente nuestro ser. ¡De hecho, nos lleva a renacer! (Y esto lo digo por experiencia).
¡Pero qué don tan valioso es la oración!
¡Gloria a Ti, Padre de las misericordias y Dios del consuelo! ¡Gloria a Ti, Hijo de Dios, Unigénito, Tú que nos fuiste dado como mediador para el infinito perdón de los pecados! ¡Gloria a Ti, Santísimo Espíritu, Tú que oras por nosotros con “suspiros inefables”!
(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Viața mea în Hristos, traducere de Boris Buzilă, Editura Sophia, București, 2005, p. 132)