Palabras de espiritualidad

Los frutos del esfuerzo por vencer nuestras pasiones

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Tal como las tribulaciones y las difamaciones engendran la virtud, el placer y la honra del mundo dan lugar al pecado.

Tal como las tribulaciones y las difamaciones engendran la virtud, el placer y la honra del mundo dan lugar al pecado.

El hombre que sufre por causa de sus pasiones, tiene que orar y sacrificarse, sometiendo su propio cuerpo, y aun con esto apenas podrá hacer frente a los engaños del pecado.

Si renunciamos con determinación a cualquier inclinación al pecado, fácilmente podremos enfrentar los embates de nuestras pasiones, es decir, el recuerdo inconsciente de actos y cosas relacionadas con el pecado, o las inclinaciones más desagradables del corazón, que arrastran al hombre a cometer determinado pecadot.

(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, p. 80)