Los jóvenes y la oración practicada con la mente
No es recomendable soslayar la importancia del libro de oraciones, en el caso de los principiantes, a excepción de esos casos en los que el individuo desde antes ya se ha familiarizado con la oración mental hacia Dios.
¿Es correcto ordenar a los jóvenes principantes que practiquen la oración con la mente?
—Orar sin elevar la mente y el corazón a Dios no es orar. Esto es lo que hay que explicarle al principante. Luego, hay que pedirle que rece de acuerdo a lo que dice su libro de oraciones, esforzándose con todo su ser en experimentar los pensamientos y sentimientos específicos de cada oración, más allá de las palabras escritas del texto. Con este esmero, los jóvenes aprenden las expresiones específicas de la oración, para después empezar a elevar sus plegarias utilizando sus propias palabras, que brotan desde el corazón. Por eso, no es recomendable soslayar la importancia del libro de oraciones, en el caso de los principiantes, a excepción de esos casos en los que el individuo desde antes ya se ha familiarizado con la oración mental hacia Dios.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Rugăciunea, Editura Egumenița, Galați, pp. 76-77)