Palabras de espiritualidad

Los niños deben llenarse de afecto en el seno de la familia

    • Foto: Valentina Birgaoanu

      Foto: Valentina Birgaoanu

Cuando un niño pequeño se siente intranquilo y hace muchas trastadas, si la madre lo toma en sus brazos, consolándolo y besándolo, se tranquilizará.

El niño necesita mucho amor y afecto, así como del consejo de sus padres. El desea que permanezcas a su lado y así poder contarte sus problemas, para que lo consueles, para que lo beses. Cuando un niño pequeño se siente intranquilo y hace muchas trastadas, si la madre lo toma en sus brazos, consolándolo y besándolo, se tranquilizará. Si desde pequeño el niño es provisto de suficiente amor y afecto, más tarde será capaz de enfrentar con facilidad todos los problemas de la vida.

Sin embargo, actualmente la mayoría de niños ven a sus padres sólo por la noche y por muy poco tiempo, por lo que viven vacíos de tal afecto. Muchas veces los padres que son maestros o médicos y, por cuestiones de trabajo, deben atender diariamente a otros niños, cuando llegan a casa ya no tienen afecto suficiente para repartirlo entre sus propios hijos. Vuelven extenuados, sin energías. Por un lado, viene el padre y se recuesta en el sofá, toma un diario cualquiera e ignora a sus hijos, aunque estos se le acerquen para pedirle un poco de atención. Y por otro lado, la madre debe ocuparse de preparar la cena, y casi no le queda tiempo para estar con los pequeños. Así es como los niños crecen carentes del amor de sus padres.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 103-104)