Palabras de espiritualidad

Los pasos a seguir para prepararnos correctamente para recibir la Santa Comunión

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Sin una verdadera contrición y sin la confesión de nuestros pecados, nuestros sacrificios, nuestros trabajos espirituales quedarán sin dar frutos.

El arrepentimiento, junto con la confesión, conforman el corazón de la preparación para recibir la Santa Eucaristía. Los sacrificios previos sirven como preparación necesaria, y la Santa Comunión viene a coronar y perfeccionar todo. Sin una verdadera contrición y sin la confesión de nuestros pecados, nuestros sacrificios, nuestros trabajos espirituales quedarán sin dar frutos, y comulgar con el Cuerpo y la Sangre del Señor no nos servirá para sanar nuestro cuerpo y nuestra alma. Entonces, lo que tenemos que hacer es examinarnos minuciosamente. La confesión de nuestros pecados nos libra de una gran carga, cuando logramos retomar el control de nosotros mismos y nos decidimos a dejar de pecar. Pero no es posible alcanzar ese autocontrol en tanto no nos arrepintamos. Y no es posible arrepentirnos en tanto no nos condenemos a nosotros mismos. Y, finalmente, no seremos capaces de condenarnos a nosotros mismos, en tanto no conozcamos nuestras propias faltas. Así las cosas, en la contrición todo empieza con el conocimiento de nuestras faltas.

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Pregătirea pentru spovedanie şi Sfânta Împărtăşanie, Editura Sophia, Bucureşti, 2002)