—¿Qué es lo que debe evitar el hombre espiritual?

—El que se esfuerza por alcanzar la virtud debe alejarse a toda costa de los pensamientos que entran en su mente y amenazan con enviciar su corazón. El maligno es muy creativo cuando se trata de instigarnos a actuar mal: cuando no logra abatir de su forma de ser y de su actitud a los piadosos, intentando que hagan lo que él quiere, trata de golpearlos de otra manera. Comienza a elogiarlos, diciéndoles que ya han alcanzado la perfección, luego los enaltece como si se tratara de santos y los felicita, cual si fueran ya amigos de Dios y se hallaran en la cima de todas las virtudes. Y así, aflorando en ellos el vicio del orgullo, les incita la enemistad hacia Dios y, finalmente, los arranca de raiz como si de una planta se tratara. Por eso, así como les dije, debemos alejarnos de esos pensamientos viciosos que nos dañan la mente y el corazón.

(Traducido de: 1000 de întrebări şi răspunsuri despre viaţa duhovnicească -Alcătuite pe baza operelor Sfinţilor Părinţi şi ale nevoitorilor bunei credinţe, Editura Cartea Ortodoxă, pg. 4 )