En sus cartas a Balfour, el padre Sofronio explica el significado de la obediencia al padre espiritual, y también el comportamiento del monje en ausencia de un confesor. Entre otras cosas, presenta tres formas de obediencia: la primera es la renuncia a la voluntad, que se alcanza con la obediencia al obispo o a los demás hermanos en el monasterio; el segundo es la renuncia a la voluntad del cuerpo, que se obtiene con el estudio de los trabajos ascéticos de los Santos Padres; y, en tercer lugar, la obediencia al stárets o al padre espiritual, especialmente al primer consejo de este. La obediencia al padre espiritual tiene un propósito especial:

“Te diré ahora para qué sirve (la obediencia):

a) para que el discípulo pueda extirpar cualquier manifestación de su voluntad personal pecadora, es decir, carnal, dejándose guiar a la voluntad de Dios;

b) para conducirlo con recomendaciones y consejos que, sucesivamente, lo lleven a avanzar cada vez más y así introducirlo a la ascesis; eso sí, tomando en cuenta su edad espiritual y sus propias capacidades”.

(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, p. 167)