Palabras de espiritualidad

Luchando con las tentaciones obtenemos la paz espiritual

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

¿Deseas tener paz en tu mente y no la encuentras? El Mismo Señor nos dice en dónde y cómo hallar esa paz, que es siempre un don Suyo para quien le sigue.

El anciano Isaac dice que cuando el hombre se humilla con su alma, la Gracia de Dios viene y le envuelve.

¿Deseas tener paz en tu mente y no la encuentras? El Mismo Señor nos dice en dónde y cómo hallar esa paz, que es siempre un don Suyo para quien le sigue: “Carguen con mi yugo y aprendan de Mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso” (Mateo 11, 29).

Pero no es posible alcanzar esa paz y sosiego espirituales, sino luchando con las tentaciones y siendo pacientes en la aflicción. Esto fue lo que Él mismo hizo antes de morir en la Cruz. Fue insultado, difamado, humillado, golpeado. Diligentemente, construyó un modelo de vida para nosotros. Creó una imagen de Su vida en este mundo que, luchando, debemos imitar.

Lee los textos ascéticos 48 y 49 del anciano Isaac. Aprenderás la importancia de las tentaciones y por qué nos son permitidas, como una forma de fortalecernos en la lucha contra el mal y así poder adquirir experiencia. En los fragmentos que te acabo de recomendar, el anciano Isaac se ocupa, sobre todo, de las tentaciones del espíritu, aunque sus palabras también son aplicables a las tentaciones del cuerpo.

Así como los soldados obtienen medallas y condecoraciones como premio por su espíritu de sacrificio y valentía, también nosotros, cual soldados espirituales, ganaremos los frutos de nuestro esfuerzo, después de una guerra heroica, que durará muchos años. Y la más cruenta de las batallas será en contra del orgullo, en todas sus formas y manifestaciones (ira, vanagloria, maldad, envidia...). Venciéndolas, ganamos la mejor de las recompensas: la paz en el alma.

(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Poveţe duhovniceşti, Editura Egumeniţa, pp. 106-107)