¡Madres, bendigan a sus hijos!
La bendición que brota de lo profundo del corazón de la mamá, llena de la gracia de Dios, es una fuerza creadora en la vida de sus hijos.
¡Oh, bendición de madre...! La bendición que brota de lo profundo del corazón de la mamá, llena de la gracia de Dios, es una fuerza creadora en la vida de sus hijos. En verdad, la bendición de la madre es importantísima para el éxito de sus hijos; también, para que alcancen la felicidad en esta vida.
Por eso, muchos hijos vuelven rápidamente a ella, incluso desde países lejanos, sin importar el esfuerzo que esto signifique, con tal de recibir su última bendición, antes de que cierre sus ojos definitivamente. Y consideran esto no sólo un deber, sino una necesidad, un honor y una gracia.
¡Madres, bendigan a sus hijos, tanto desde esta vida como al llegar al Cielo! ¡Bendigan siempre a sus hijos!
(Traducido de: Atanasie I. Skarmoghiani, Mamele creștine ale Sfinților Trei Ierarhi, traducere de Pr. Victor Manolache, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 79)