El Santo Profeta David afirma, sobre los hombres de hoy, que todos se alejarán del camino correcto. A pesar de esto, les recomiendo, amadísimos hijos míos, que mantengan con todas sus fuerzas, el espíritu de la buena fe, es decir, que hagan la Señal de la Santa Cruz sobre Ustedes, antes de comer y beber, al salir o entrar de casa y al empezar cualquier trabajo. Los que se resguardan con la Santa Cruz le provocan pavor al maligno, a pesar de que algunos, equivocadamente, piensan que es una tontera hacerlo; se repiten “¿Qué van a decir los demás?”. Sin embargo, no debemos pensar en lo que digan los demás, ¡sino lo que diga Dios el Señor, en el día de su Sobrecogedor Juicio, sobre nuestro oportunismo! En esto debemos pensar, y no lo que van a pensar o decir los orgullosos sobre nosotros.

(Traducido de: Mari stareţi ruşi: vieţile, minunile, îndrumările duhovniceşti – Din învăţăturile duhovniceşti ale Cuviosului Stareţ Antonie de la Optina, vol. I, trad. din limba rusă: dr. Gheorghe Zapotinschi, Editura Sophia, 2008, pp. 519-520)