Mientras más pesada sea tu cruz...
Levanta la cruz que el Señor te dio, con paciencia, valentía, ánimo, fe, esperanza y amor.
Debes saber, hijo, que mientras más pesada sea nuestra cruz en esta vida pasajera, más grandes serán la gloria, el honor, la felicidad y la alegría que recibiremos en la vida eterna, en los cielos. Levanta la cruz que el Señor te dio, con paciencia, valentía, ánimo, fe, esperanza y amor. Pídele al Señor, Quien fue el primero en levantar la cruz, que te ayude a cargar la tuya hasta el final. Para esto, repite con frecuencia esta oración: “Señor, ayúdame a cargar con mi cruz hasta el final, para que pueda estar a Tu lado en los cielos y allí llenarme de Tu gloria”. Y acuérdate de las palabras del Apóstol Pablo: “Los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse". (Romanos 8,18).
(Traducido de: Arhim. Filothei Zervakos, Ne vorbește părintele Filothei Zervakos, Editura Egumenița, p. 194)