Palabras de espiritualidad

No importa en dónde estés, no te olvides de la oración

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Si la oración, como una consejera, precede tus labores desde el amanecer, el pecado no tendrá cómo entrar en tu alma.

No esperes a que sea domingo, o alguna festividad. Tampoco hagas diferencias de lugar. Recuerda las palabras de David: “En todo sitio de Su Heredad”. Así, sea que te encuentres en la iglesia, en tu casa, en el huerto, pastando a tus ovejas, construyendo algo, o visitando a alguien, no te apartes de la oración.

Cuando puedas, arrodíllate. Y, cuando no puedas, ora con tu mente: por la mañana, al mediodía y en la noche. Si la oración, como una consejera, precede tus labores desde el amanecer, el pecado no tendrá cómo entrar en tu alma.

(Traducido de: Protosinghel Nicodim Măndiță, Învățături despre rugăciune, Editura Agapis, București, 2008, p. 55)