Palabras de espiritualidad

¡No perdamos la perspectiva de nuestro propósito de vida!

  • Foto; Nicolae Pintilie

    Foto; Nicolae Pintilie

Translation and adaptation:

El universo entero se estremece por un alma. ¡No olviden quiénes son!

Atentos a esto que les digo: ¡tengan cuidado, no se pierdan! ¡No tienen ni idea de quiénes son! ¡Cada uno vale mucho! El mismo Cristo dijo: “Valéis mucho más que todo el mundo”. Mucho más que todos los autos, las riquezas, el oro... más que todo el universo. El universo entero se estremece por un alma. ¡No olviden quiénes son! Sólo esto es necesario. Si lo olvidamos, estamos perdidos. Recordemos que en todas las épocas hubo infortunios. Es cierto que actualmente las cosas no están bien, pero tampoco es como en los tiempos de Nerón. Las cosas no están bien hoy en día, es cierto, no se hace lo suficiente, no oramos lo suficiente, sin embargo, tenemos muchísimos libros, tenemos de dónde empezar. Tampoco los sacerdotes somos excepcionales, pero seguimos teniendo la Liturgia. Nadie le reprocha al cartero, cuando viene con un sobre: “¡Hey, he oído decir que tienes una concubina! ¡No me interesa la carta que vienes a dejarme!”. No, recibes la carta, porque no te interesa lo que haga el cartero. ¡Atentos!

Es cierto que vivimos tiempos especiales, pero también favorables. El que resista, vencerá. ¿Pero cómo resistir, si todo el día te la pasas viendo el televisor? No es posible resistir así. Si puedes, intentálo. Pero es muy difícil, casi imposible. Pueden intentar hacer una prueba, si quieren, entre ustedes. Digan: “Yo soy capaz de resistir, aún con el televisor encendido. No me afecta, no me afectan los telediarios, etc”. ¿Cómo puedes decir que no te afecta, cuando tu preocupación, si eres joven, es encontrar canales donde aparezcan mujeres desnudas? ¿O, si tienes entre treinta y cuarenta años de edad, te conmueven tanto las telenovelas? ¿O, si eres un poco mayor, lo que te interesa es estar “al día” en cuestiones de política? ¿Cómo decir que nada de esto te afecta, si pasas horas enteras sentado frente al televisor? Las estadísticas más recientes dicen que el hombre moderno pierde un importante cúmulo de horas, cada semana, “viendo la tele”. ¿Cómo decir que no te afecta? ¡Te afecta! ¡Te domina! ¡Te desintegra la mente en miles de fracciones! ¿Nos oponemos a esto? Nos oponemos. ¿Por qué? “Bueno, si no me deja alcanzar el propósito de mi vida... Lo normal no sería oponerme, pero si me desintegra...”. Nosotros, los sacerdotes, les decimos algo desde el altar, la familia les dice otra, el televisor dice otra, la escuela también dice lo suyo, los amigos tienen su versión... ¿Qué pasa con el niño, con el individuo? Que se confunde y no sabe qué hacer.

(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, De la prietenie la iubire, Editura Agaton, p. 218-219)