¡No pidas que se haga tu voluntad!
Esto es lo que debes hacer en todo momento. No olvides que Él sabe qué es lo mejor para tu alma, aunque esto no siempre te interese.
No pidas (en tu oración) que se haga tu voluntad, porque seguramente esta no coincide totalmente con la voluntad de Dios. Lo mejor es que pidas, como te fuera enseñado, así: “¡Hágase Tu voluntad!” (Mateo 6, 10). Esto es lo que debes hacer en todo momento. No olvides que Él sabe qué es lo mejor para tu alma, aunque esto no siempre te interese.
Muchas veces, al orar, he pedido lo que me parecía que era lo mejor para mí, insistiendo en ello, forzando neciamente la voluntad de Dios y eludiendo que Él decida lo que en verdad podría serme de provecho. ¿Qué es lo que sigue? Que al recibir lo que había pedido, me inunda una enorme tristeza, por no haber dejado que se hiciera Su voluntad, comprobando que lo que tanto anhelaba no era como lo esperaba.
(Traducido de: Despre rugăciune și trezvie în învățăturile Sfinților Părinți, Editura Egumenița, p. 223)