No renunciemos a la recompensa Celestial, buscando los elogios del mundo
A quienes persiguen los elogios de los demás, el mismo Jesucristo les dice: “Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan la gloria que viene del Unico Dios, ¿cómo podrán creer?”.
A quienes persiguen los elogios de los demás, el mismo Jesucristo les dice: “Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan la gloria que viene del Unico Dios, ¿cómo podrán creer?” (Juan 5, 44). Meditemos en esas palabras. El Señor dice que quien busca el elogio de los hombres, no puede creer en Dios, porque en Su lugar ha puesto un ídolo: la vanagloria, sirviéndole y rindiéndole culto. ¿Hay algo más terrible que esto?
(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, La porțile Postului Mare, Editura Biserica Ortodoxă, Bucureşti, 2004, p. 44)