¡No te asustes, Dios está contigo en esta lucha!
Los enemigos de nuestra salvación atraen en todo posibles faltas y pecados, pero Dios se apiada de los pecadores que se arrepienten; Él los purifica, los santifica, los corrige, los calma, los renueva y los fortalece.
¿Cuál es la explicación de la lucha entre el bien y el mal en nuestro interior?
—En esta vida, que es una vida de pruebas y luchas, el cristiano se halla siempre entre dos tendencias: entre el bien y el mal, entre la tentación y las tribulaciones causadas por el enemigo, y la paz y el auxilio de Dios. Es como si fuera una competencia entre nuestro Justo, Santo y Misericordioso Dios, y el astuto y asesino enemigo. El hombre se mantiene, sea bajo la influencia del maligno, o bajo la influencia de la Gracia Divina. Los enemigos de nuestra salvación atraen en todo posibles faltas y pecados, pero Dios se apiada de los pecadores que se arrepienten; Él los purifica, los santifica, los corrige, los calma, los renueva y los fortalece. Esta competición y victoria de la Graica sobre el pecado tiene lugar especialmente durante la Divina Liturgia, que es el excepcinal sacrificio, pacificador y santificador, de Dios, de Su piedad por el mundo, que es un sacrificio de alabanza.
(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Cum ne mântuiește Dumnezeu. Sfaturi de urmat pentru toată vremea, traducere din limba rusă de Corina-Alexandra Toader, Editura Sophia, București, 2012, pp. 31-32)