No temamos en el dolor y las aflicciones
Esto es también un mandamiento: tomar nuestra cruz y seguir a Cristo, lo que significa estar siempre preparados para morir.
Si queremos obtener —con facilidad— la paciencia en las tentaciones y los sufrimientos, lo que debemos hacer es desear la muerte por Cristo y mantenerla siempre ante nuestros ojos.
De la misma manera, esto es también un mandamiento: tomar nuestra cruz y seguir a Cristo, lo que significa estar siempre preparados para morir. Si conservamos este estado espiritual, podremos soportar, como dije, toda aflicción visible e invisible.
Porque el que desea incluso morir por Cristo, difícilmente se asustará ante el dolor y la aflicción. Y esta es, precisamente, la razón por la cual nos amedrentan las contrariedades: no deseamos morir por Cristo y no atamos nuestra mente a Él. Quien desee heredarle, que desee, asimismo, soportar Sus tormentos. Que esta sea la señal de los que dicen amar al Señor, soportando, no sólo con valentía, sino también con entusiasmo, cualquier tribulación, con su esperanza puesta en Él.
(Traducido de: Sfântul Simeon Metafrastul, Parafraza în 150 de capete, cap. 133, în Filocalia, vol. V p. 345)