No tenemos que persistir en nuestro estado de principiantes en la vida espiritual
Basta con que les hagas alguna observación —o debido a algún pecado cometido—, para que se encienda en su interior una terrible agitación.
Con los principiantes en la vida espiritual sucede lo siguiente: basta con que les hagas alguna observación —o debido a algún pecado cometido—, para que se encienda en su interior una terrible agitación. En verdad, todas esas pequeñas caídas cotidianas tendrían que ser ignoradas, para poder alcanzar cosas mucho más altas e importantes. Es mejor estar más abajo, pero en paz, que mucho más arriba, pero aturdidos.
(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, p. 340)