Noé y Cristo
En la antigüedad se decía de Noé que fue tanto un castigo como salvación para la humanidad de sus tiempos.
En la antigüedad se decía de Noé que fue tanto castigo como salvación para la humanidad de sus tiempos. Y, en verdad, por el hecho de que supo ser un hombre puro y de fe, en medio de una generación que había perdido su fe y su conciencia, él fue un castigo para quienes le rodeaban, porque demostró —con todo su perfil, para decirlo de alguna forma, con toda su vida, con todo su ser— lo que todos creían imposible. Lo mismo dijeron los Padres de la Iglesia sobre nuestro Señor Jesucristo. Él es como un castigo, porque nos demostró lo que el hombre está llamado a ser y puede ser con el auxilio divino, y al mismo tiempo es nuestra salvación.
(Traducido de: Mitropolitul Antonie, Taina Iubirii, Editura Sophia, 2009, pag 36)