Nosotros ponemos la voluntad, y Dios nos da las fuerzas que necesitamos
El momento es… abandonarte a la voluntad de Dios desde el comienzo; tú solamente tienes que actuar.
Padre, en lo que respecta a las preocupaciones de esta vida, ¿cuánto debemos abandonarnos a la voluntad de Dios y cuánto debemos hacer nosotros?
—Nosotros actuamos y Dios nos sostiene.
¿Cómo reconocer el momento en el que debemos abandonarnos a la voluntad de Dios?
—El momento es… abandonarte a la voluntad de Dios desde el comienzo; tú solamente tienes que actuar. “¡Ayúdame, Señor!”, dices, y te pones en acción. Por ejemplo, si quieres obtener la licencia para construir tu casa, debes decir: “¡Ayúdame, Señor!”, y después ir a resolver los trámites respectivos, orando: “¡Señor, ilumina a los funcionarios municipales para que me autoricen todo y me extiendan el permiso respectivo!”. Pero si dices: “¡Señor, ayúdame a que me otorguen el permiso que necesito!”, y ni siquiera te levantas del sofá para salir a resolver esos asuntos tan importantes…
(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, Sibiu, 2011, pp. 240-241)