Nuestra vida de cristianos debe ser activa
Si Dios hizo todo por nuestra salvación, esto no significa que podamos entregarnos a la dejadez, pensando que Él ya lo hizo todo y que no es necesario poner de nuestra parte.
Jesucristo no tenía necesidad de salvarse: nosotros éramos y somos quienes necesitamos la salvación. Luego, por el amor de Dios a la humanidad, percibido por nosotros como una ferviente fe en la salvación, se nos reveló y se nos concedió como modelo de vida la persona real de nuestro Señor Jesucristo.
Para nosotros, los hombres, Él es la medida de la salvación. Solo que el modelo debe ser imitado. Porque si Dios hizo todo por nuestra salvación, esto no significa que podamos entregarnos a la dejadez, pensando que Él ya lo hizo todo y que no es necesario poner de nuestra parte. Dios hizo todo lo que le correspondía, es decir: descendiendo a nuestro nivel, se hizo en verdad uno de nosotros, asemejándose en todo a los hombres, a excepción del pecado, para enseñarnos el camino, por medio de Su acción y Su misma persona.
(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Cărarea Împărăției, ediție îngrijită de Pr. Prof. Simion Todoran și Monahia Zamfira Constantinescu, Editura Sfintei Episcopii Ortodoxe Române a Aradului, 1995, p. 26)