Palabras de espiritualidad

Nuestros pensamientos, buenos o malos, son el origen de nuestros actos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Un hombre con ideas bellas y sanas, sin duda, actuará de forma correcta.

Para vivir de una forma virtuosa y bella, primero tenemos que pensar solamente cosas buenas. Tenemos que pensar bellamente, porque nuestras acciones brotan de nuestros pensamientos. Un hombre con ideas bellas y sanas, sin duda, actuará de forma correcta. Nuestros anhelos más nobles, o nuestros deseos más miserables, generados en el pensamiento y posteriormente puestos en práctica, tienen su origen en la mente. Dice San Juan Damasceno: “Al poder del pensamiento pertenecen los juicios, los sentimientos, los impulsos a la acción, las aversiones y las evitaciones de la acción. De modo especial le pertenecen el entendimiento de las cosas espirituales, las virtudes, las ciencias, los principios de las artes, el poder de deliberación y el poder de elección”. Cuando se trata de algo malo, en lo cual pensamos, mientras no consensuemos con nuestra mente el ponerlo en acción, no es pecado. En tanto luchemos contra él, no pecamos. Pero cuando cedemos, empezamos a pecar.

(Traducido de: Arhiepiscopul Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viaţă morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 9)