Sabemos bien, a partir de la historia de nuestros antepasados, cristianos ortodoxos todos, que eran hombres muy temerosos de Dios y que tenían una fe muy fuerte y profunda en la intercesión celestial de la Madre del Señor. Y la Reina de los Cielos siempre respondió a esa fe, enviando su auxilio a quienes acudían a ella con esperanza. Es realmente difícil encontrar alguna dificultad o alguna pena de la que no los haya librado la Madre del Señor, cuando invocaban su auxilio con fe y encendidas oraciones.

Gracias a su mediación y protección, los padecimientos de muchos que sufrían de enfermedades incurables fueron sanados. Muchos fueron librados de una muerte repentina, del ataque de malhechores, de incendios, de morir ahogados o congelados. Con la mediación de la Santísima Virgen, se disiparon muchas adversidades, como incendios, hambrunas y guerras. Aldeas, ciudades y regiones enteras, con las oraciones de la Reina del Cielo, fueron salvadas de enfermedades mortales. ¡En verdad, son incontables los ejemplos del auxilio de la Madre de Dios para con los cristianos ortodoxos!

(Traducido de: Arhimandritul Chiril Pavlov, Lauda Maicii Domnului, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 10)