Otra explicación de la importancia del período del Triodo
Entendiendo que el Triodo no es un simple libro utilizado por quienes leen y cantan en la iglesia, sino un período de santificación de la vida o una guía para el alma, la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo se convierte en nuestra propia resurrección desde el sueño del pecado y la muerte.
Como una forma de conmemoración de la vida y los hechos de nuestro Señor Jesucristo, el Año Litúrgico está dividido en tres grandes períodos, llamados según el libro principal de oficios litúrgicos utilizados por quienes cantan en la iglesia, en cada uno de estos momentos:
1) Período del Triodo (período pre-pascual);
2) Período del Pentecostés (período pascual);
3) Período del Octoecos (perioada post-pascual).
Etimológicamente, la palabra “triodo” viene del griego “triodon”, conformado por las sílabas “tria” (tres) y “odi” (oda), y significa cántico o himno en tres odas o estrofas. Desde un punto de vista práctico, en la vida litúrgica, el Triodo tiene dos sentidos:
a) El libro de culto en donde aparecen los textos y los cánticos de este período litúrgico. El nombre del libro proviene del número de los tres cánticos (usualmente) de los cánones de los Maitines, a diferencia de los comprendidos en el el Octoeco o Menaion (ocho o nueve). La mayoría de cantos del Triodo fueron compuestos por San Teodoro el Estudida y su hermano, José el Estudita, quienes completaron la obra himnográfica de los santos Cosme de Maiuma y Andrés de Creta.
b) Como pudimos ver, el Triodo es uno de los tres grandes períodos del Año Litúrgico, que abrca desde el Domingo del Publicano y el Fariseo (tres semanas antes del comienzo de la Gran Cuaresma), hasta el Domingo de Pascua. Como nos explica el padre Ene Braniște, las primeras tres semanas de este período constituyen un tiempo de preparación espiritual, avizorando ya el comienzo del ayuno de la Cuaresma, y las siete semanas restantes, es decir, la misma Cuaresma, es un tiempo de preparación, por medio del arrepentimiento, el ayuno y la oración, para hacernos dignos de participar en la gran fiesta de la Resurrección del Señor, precedida por la conmemoración de la Pasión de Aquel que se hizo crucificar por nosotros.
En otras palabras, el período del Triodo es una verdadera guía espiritual para la exaltación del hombre que se aparta del pecado, ofreciéndole, a lo largo de toda la Gran Cuaresma, la orientación necesaria para llegar al gozo de la Resurrección.
Así, entendiendo que el Triodo no es un simple libro utilizado por quienes leen y cantan en la iglesia, sino un período de santificación de la vida o una guía para el alma, la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo se convierte en nuestra propia resurrección desde el sueño del pecado y la muerte.