Otros aspectos del verdadero ayuno
El verdadero ayuno no consiste solamente en someter el cuerpo, sino también en darle al hambriento esa porción que tú quiseras llevarte a la boca: “Bienaventurados los hambrientos, porque su hambre será saciada” (Mateo 5, 6).
El verdadero ayuno no consiste solamente en someter el cuerpo, sino también en darle al hambriento esa porción que tú quiseras llevarte a la boca: “Bienaventurados los hambrientos, porque su hambre será saciada” (Mateo 5, 6).
Hablando específicamente del mundo venidero y de la debilidad que todos mostrarán al final de los tiempos, el padre ordenaba no extenuarnos, como era costumbre antes, con los sacrificios del ayuno, porque las fuerzas de los hombres de hoy han menguado mucho. Él ordenaba temerle a Dios, huir de la desidia como del fuego y evitarla como al peor de los enemigos.
(Traducido de: Sfântul Serafim de Sarov, Rânduieli de viață creștină, Editura Sophia, București, 2007, p. 26)