Palabras de espiritualidad

Paciencia y coraje, armas necesarias para extinguir el fuego de las pasiones

  • Foto: Bogdan Zamfirescu

    Foto: Bogdan Zamfirescu

No nos permitamos irnos a dormir sin haber echado de nuestro corazón todo lo pernicioso que se haya ido acumulando durante el día.

Huyamos de las trampas del demonio; luchemos con valentía en contra suya, enfrentando el fuego de los apetitos y, en verdad, estos se extinguirán. Porque Dios no permite que seamos atacados por mucho tiempo; al contrario —y con Su auxilio—, el fuego de las pasiones se terminará convirtiendo en un rocío de pureza, y alabaremos a Dios junto con aquellos tres santos jóvenes. Armémonos, pues, en contra de la envidia y la enemistad. Y cuando nos enfademos, hagamos que ese sentimiento se disipe, sin importar el tiempo que sea necesario para que esto ocurra. Pero no nos vayamos a dormir estando enfadados. Ni siquiera nos permitamos irnos a dormir sin haber echado de nuestro corazón todo lo pernicioso que se haya ido acumulando durante el día.

(Traducido de: Sfântul Teodor StuditulCuvântări duhovnicești, Editura Episcopia Alba Iulia, Alba Iulia, 1994, p. 71)