Palabras de espiritualidad

Para aprender a pedirle al Señor

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

Esperar recibir inmediatamente lo que quieres, es como darle órdenes a Dios.

Todos cometen el mismo pecado: hacen una postración o dos, y esperan que se les conceda lo que quieren, así, instantáneamente. Eso sí, si no se les da eso que esperaban, empiezan a lamentarse y terminan insultando la providencia de Dios. Y por eso no reciben nada. Y es que esperar recibir inmediatamente lo que quieres, es como darle órdenes a Dios. Así no funcionan las cosas. Lo que hay que hacer es decir: “Señor, Tú sabes que necesito esto y aquello, y que aquello y lo otro me hacen sufrir. ¡Ayúdame y concédeme lo que disponga Tu santa voluntad, no la mía!”.

Manteniendo este estado espiritual, debes orar no solamente una vez, sino varias veces al día: hoy, mañana, una semana, un mes, un año. Llama al Señor: “¡Señor, protégeme! ¡Señor, ayúdame! ¡Que no se haga mi voluntad, sino la Tuya!”. Esto fue lo mismo que dijo el Señor en el jardín de Getsemaní, y también la viuda de la parábola, quien, de tanto azuzar al juez, recibió lo que pedía. Los santos suelen decir: “Hay que atizar al Señor y a Sus santos”.

(Traducido de: Sf. Teofan Zăvorâtul, Rugăciunea, Ed. Egumenița, 2008, p. 52)