Para asemejarnos a los mártires
Si los hombres enfrentan las tribulaciones con paciencia hasta el final, obtendrán las mismas coronas y los mismos privilegios que los mártires.
Tal como los mártires, sufriendo incontables tormentos y demostrando su paciencia hasta la muerte, se hicieron dignos de coronas y de gloria, y mientras más sufrían, más fueron enaltecidos ante Dios, lo mismo las almas entregadas a distintas aflicciones, sean visibles y provocadas por los demás, o invisibles y provenientes de los pensamientos indebidos, u originadas por alguna enfermedad, si las enfrentan con paciencia hasta el final, obtendrán las mismas coronas y los mismos privilegios que los mártires.
Porque, del mismo modo que los primeros soportaron el martirio de los tormentos por medio de los demás, también los segundos por medio de los espíritus de maldad que hay en ellos.
Y, mientras más pacientes se muestran los hombres en todas sus tribulaciones, más gloria les otorga Dios, no solamente para el futuro, sino también aquí, en esta vida, haciéndoles dignos del consuelo del Espíritu Bueno.
(Traducido de: Sfântul Simeon Metafrastul, Parafrază în 150 de capete, cap. 131, în Filocalia, vol. V, p. 344)