Padre, ¿en qué consiste la salud espiritual?

—La salud espiritual consiste en tener pensamientos puros, una mente luminosa y un corazón impoluto que sea morada de Cristo y de la Madre del Señor. La permanente vigilancia de sí mismo y la oración incesante nos ayudan a alcanzar la salud del cuerpo. La oración es absolutamente necesaria para la purificación del alma, y la pureza favorece el mantenimiento de un buen estado espiritual.

Desde luego, la vida no es un simple “campamento de verano”. Tiene sus alegrías, pero también sus tristezas. Antes de la Resurrección tiene que haber una Crucifixión. Los golpes de las pruebas son absolutamente necesarios para la salvación de nuestra alma, porque purifican el alma. Es lo mismo que pasa con la ropa. Mientras más la frotamos al lavarla, más limpia queda. 

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, Vol. II Trezire duhovnicească, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 99-100)