Para que nos esforcemos en generar solo buenos pensamientos
Si te reconcilias con todos, si deseas el bien de todos, no habrá quien quiera atormentarte. Nosotros mismos nos atormentamos con nuestros pensamientos.
Si tu hermano te insulta, no tomes en cuenta sus palabras. Mejor esfuérzate, ora, y sigue amando a todos por igual. Pídele a Dios que les conceda a todos un Ángel bueno y que tú mismo tengas paz en tu corazón. Y si te reconcilias con todos, si deseas el bien de todos, no habrá quien quiera atormentarte. Pero nosotros mismos nos atormentamos con nuestros pensamientos...
Por eso fue que el Señor dijo que debemos amar a nuestros enemigos y nos pidió que renunciáramos a nuestros pensamientos negativos sobre ellos. Si lo hacemos de corazón, será como si nada hubiera pasado, y nada nos volverá a atormentar. Y nos llenaremos de paz.
De lo contrario, seguiremos torturándonos todo el tiempo, física y mentalmente, presas de una agitación que parece no tener fin. Cuando esto sucede, es muy difícil despertarse y salir de ese estado, y no son pocas las enfermedades físicas que nosotros mismos nos terminamos causando, precisamente por no generar buenos pensamientos.
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, pp. 118-119)