En la familia actual los nervios y las riñas son el pan de cada día. ¿Cómo salir de ese círculo?

—Las personas irascibles quieren que todo se haga como ellas dictan. Pero, en la Filocalia se nos enseña que la ira es hermana de la vanidad, o que en la base de la ira está el orgullo.

Cuando niño, yo era muy malhumorado, y los demás me solían amonestar por ello. Tiempo después pude leer un libro que me ayudó muchísimo, Pollyanna, de Eleanor H. Porter. Se trata de una obra para niños, con una idea profundamente cristiana en el fondo, que nos exhorta a encontrar motivos para ser agradecidos en cualquier situación y circunstancia. La irascibilidad puede ser apartada si te avergüenzas de ti mismo por haber llegado a tales extremos. Si no apartas las causas que la originan, no podrás deshacerte de ella.

Si arrancas el mal de raíz, no quedará nada de él. Y nunca pienses que tu irritabilidad y maldad están justificadas; hazte, en todo caso, un examen de conciencia, para ruborizarte por tu comportamiento y prevenir situaciones similares en el futuro.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Pentru cealaltă vreme a vieții noastre, Editura Deisis, 2001, p. 299)