«Te asusta la idea de enfrentar complicaciones en tu futuro parto. Y te preocupa tanto, que este pensamiento obsesivo te impide gozarte de cualquier otra de las bondades de la vida. Así, me escribes pidiéndome que te recomiende alguna oración para llenarte de valor. En la tradición ortodoxa, en tales casos acudimos a la Madre del Señor, específicamente a su ícono llamado “Feodorovskaya”, cuya festividad tiene lugar dos veces al año: el 14 de marzo y el 16 de agosto (27 de marzo y 29 de agosto, en el nuevo calendario). Pídeselo prestado a alguien o píntalo tú misma. Si quieres, puedes hacer las vigilias en tu hogar, en las vísperas de dicha festividad; y, en el día de la fiesta misma, haz una oración con el Himno Acatisto a la Madre del Señor. Si tienes suficiente fervor, puedes repetir esas oraciones cuando lo creas necesario. Pídele diariamente a la Reina del Cielo, repitiendo no menos de doce veces al día el tropario: “Virgen Madre de Dios, regocíjate”, acompañado de sendas inclinaciones. Lee también el kondakion “No tenemos otro auxilio, no tenemos ninguna esperanza fuera de ti, oh Soberana. ¡Ayúdanos, en ti confiamos y contigo elevamos nuestras plegarias! ¡Atiéndenos, porque somos tus siervos!”».

(Traducido de: Sfântul Ambrozie de la Optina, Sfaturi pentru familia creștină, Ed. Platytera, p. 56)