Palabras de espiritualidad

Participemos en verdad de la Divina Liturgia, no sólo asistamos a la iglesia

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

¡Todos deben saber que están participando! No están asistiendo a un espectáculo, no asisten para observar cómo se desarrolla la Liturgia, sino que van a la iglesia para servir a Dios.

¡El domingo no es nuestro, sino de Dios! No es un día libre, es el día de Dios. No es un día en el que podemos hacer lo que queramos. No es un día del que podemos disponer, sino un día en el que debemos hacer lo que es debido a Dios. Y una de esas cosas es participar en los santos oficios. Participar, digo, no asistir. Nuestros fieles deben saber que no asistimos a los oficios litúrgicos, sino que participamos en ellos.

Todos oficiamos, de alguna manera: el sacerdote, de acuerdo a su función, los obispos, de acuerdo a la suya, así como los diáconos, los que cantan, los miembros del coro y los fieles... ¡Todos deben saber que están participando! No están asistiendo a un espectáculo, no asisten para observar cómo se desarrolla la Liturgia, sino que van a la iglesia para servir a Dios. Respondiendo “¡Amén” a cada una de las peticiones que hace el sacerdote, respondiendo “¡Señor, ten piedad!”, cuando el sacerdote nos llama a orar, respondiendo “¡A Ti, Señor!”, cuando es necesario, respondiendo, “¡Concédelo, Señor!”, cuando se nos insta a pedir algo de Dios... Luego, todo esto se hace para que los fieles sepan claramente que participan, en verdad, de la Liturgia.

(Traducido de: Arhimandrit Teofil Pârâian, Cuvinte către tineri, Editura Omniscop, Craiova, 1998, p. 32)