Palabras de espiritualidad

¿Podemos rezarle a un santo que aún no ha sido canonizado?

  • Foto: Magda Buftea

    Foto: Magda Buftea

La canonización representa solamente un reconocimiento oficial a lo que ya existe de forma extraoficial: los fieles le rezan a un santo antes de que la Iglesia, posteriormente, le establezca un culto general, momento en el que se le constituyen los oficios litúrgicos respectivos, un ícono, etc.

“En la Iglesia Ortodoxa no está prohibido orar a los santos que aún no han sido canonizados [1]. De hecho, la canonización representa solamente un reconocimiento oficial a lo que ya existe de forma extraoficial: los fieles le rezan a un santo antes de que la Iglesia, posteriormente, le establezca un culto general, momento en el que se le constituyen los oficios litúrgicos respectivos, un ícono, etc. Del mismo modo, en lo particular, le podemos pedir sus oraciones a cualquier cristiano que ya no esté entre nosotros, tal como se lo pedimos a cualquier otro miembro vivo de la Iglesia, porque todos están vivos en Cristo, con mayor razón alguien cuya vida santa o martirio ha sido aceptado de buen grado por nuestro Señor, pudiendo escuchar nuestras oraciones y pedir por nosotros. Por eso, si te sientes inspirado para hacer esto, pídele con toda confianza al Hieromonje Serafín. De hecho, no hay nada malo en recortar su fotografía y ponerla entre tus íconos, pero no en el centro, sino en un extremo de tu rinconcito de oración. Hubo muchos ortodoxos que hicieron lo mismo con retratos de San Juan de Kronstadt y San Germán de Alaska, aún mucho antes de que fueran canonizados.”

[1] Mi pregunta era si estaba bien orarle al nuevo mártir ruso, el Arzobispo Serafín de Uglich, que en esos años aún no había sido canonizado y cuyo retrato había aparecido en la portada de la revista The Orthodox Word, en el número correspondiente a los meses de noviembre y diciembre de 1971.

(Traducido de: Ne vorbeşte Părintele Seraphim Rose. Scrisori misionare, Editura Bunavestire, 2003)