Por esta razón es necesario orar diariamente
“Si el hombre se acostumbra a orar diariamente, así sea pocas veces, pero cada día, poco a poco su corazón empezará a endulzarse y a esperar con impaciencia el momento de volver a orar”.
A quienes le decían que no tenían tiempo para orar debido a sus actividades y cargas familiares y laborales, les insistía: “Si yo, en el sosiego de Katunakia, puedo hacer cien oraciones al día, ustedes, entre la agitación de la ciudad y las obligaciones de trabajo y familiares, pueden hacer solo tres, y estaremos empatados”.
Después, alguien le preguntó si esas no eran pocas oraciones, incluso para los laicos. Pero el stárets respondió: “Si el hombre se acostumbra a orar diariamente, así sea pocas veces, pero cada día, poco a poco su corazón empezará a endulzarse y a esperar con impaciencia el momento de volver a orar. Y cuando el corazón del hombre se endulza con la oración, busca orar mucho más”.
(Traducido de: Ieromonahul Iosif Aghioritul, Starețul Efrem Katunakiotul, traducere de Ieroschimonahul Ștefan Nuțescu, Editura Evanghelismos, București, 2004, p. 146)