Por qué debemos examinarnos la conciencia y reprendernos a nosotros mismos
Tal como en nuestra vida biológica fortalecemos nuestro ser con alimentos, también en la vida espiritual tonificamos nuestras fuerzas (espirituales) cuando nos reprendemos a nosotros mismos.
¿Cómo reprenderte a ti mismo? Es muy fácil. Tu misma conciencia tomará la palabra y te amonestará, y a ti te corresponderá aceptar que obraste mal y acudir con toda humildad a Dios, rogándole que te perdone. Al menos por un minuto, o medio minuto, pero necesariamente tienes que recriminarte de esta manera. Es tu deber reprocharte a ti mismo tus faltas, así sea por tan solo un momento, y lo demás déjalo en manos de Dios.
Cuando nos escarmentamos de este modo, nos reconfortamos, nos volvemos más fuertes, espiritualmente hablando, por supuesto. ¿Por qué? No sabría explicártelo. Esta es la ley de la vida espiritual. Tal como en nuestra vida biológica fortalecemos nuestro ser con alimentos, también en la vida espiritual tonificamos nuestras fuerzas (espirituales) cuando nos reprendemos a nosotros mismos.
(Traducido de: Ne vorbesc Stareții de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, 2007, pp. 183-184)